Por: Javier Tavera Orihuela
El SERNANP en su sitio web nos define el significado de las Áreas Naturales Protegidas, según la Ley 26834:
Son espacios continentales y/o marinos del territorio nacional reconocidos, establecidos y protegidos legalmente por el Estado como tales, debido a su importancia para la conservación de la diversidad biológica y demás valores asociados de interés cultural, paisajístico y científico, así como por su contribución al desarrollo sostenible del país. (Congreso de la República, 1997).
En esta oportunidad nosotros, los estudiantes del último ciclo de la Escuela Académico Profesional de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cajamarca nos aventuramos a realizar una travesía hacia el Bosque de Protección de Pagaibamba y al Santuario Nacional Tabaconas Namballe.
Llegamos al lugar, armamos las carpas, un breve descanso y comenzamos la caminata para una pequeña ruta de avistamiento de aves, siempre con la asesoría de nuestro docente, el Ing. Manuel Roncal Rabanal, en lo que respecta a aves. En el camino divisamos hermosas orquídeas y flores raras.
Un Lamentable hecho nos contaba el guardaparques acerca de habitantes quienes colindan con el parque y que acostumbraban realizar quemas, para “mejorar el suelo agrícola”, un fuego descontrolado provocó un incendio forestal de varios días, que redujo considerablemente importantes áreas. Y efectivamente se pudo apreciar parte del bosque quemado.
Antes de caer la noche, regresamos a las carpas para dormir. Al día siguiente, enrrumbamos de regreso hacia Querocoto para iniciar nuestro trayecto hacia Jaén. Pasando nuevamente por Huambos, seguimos la ruta, con una pequeña pausa en Cochabamba, en el cruce de desvío hacia Cutervo y Chiclayo, para un pequeño pajareo; tuvimos la suerte de apreciar varias especies de aves en un solo árbol.
Seguimos sin parar, lamentando no disfrutar del Parque Nacional de Cutervo, otra ANP que por motivos de tiempo no pudimos visitar. Llegamos a Jaén, muy ilusionados de estar ya cerca de Tabaconas, sin embargo, el trayecto resultó mucho más largo de lo que nos habíamos imaginado, fue así que dando cerca de las 10 de la noche, luego de casi 500 km de distancia y 12 horas de viaje desde Celendín, por fin habíamos llegado al distrito de Tabaconas, donde nos esperaron los guardaparques, quienes cortesmente nos facilitaron alojamiento. A dormir pronto entonces, pues al día siguiente al amanecer tendríamos que estar iniciando nuestra caminata.
Despertamos y nos preparamos para empezar, llevando sólo lo necesario, comida previamente preparada por nuestras amables anfitrionas de un pequeño restaurante del pueblo, y por supuesto mucha agua. Las combis nos ahorraron un pequeño tramo, y de ahí a caminar se ha dicho.
Quién diría que ese sería el inicio de una caminata realmente inolvidable.
El Santuario Nacional Tabaconas Namballe, está ubicada en la cordillera central de los Andes, dentro de los distritos de Tabaconas y Namballe, ambos pertenecientes a la provincia de San Ignacio, departamento de Cajamarca; con una extensión aproximada de 32 124,87 hectáreas, en donde se encuentran Bosques Montanos y Páramos, con un rango altitudinal de entre los 1800 y 3600 msnm.
Desde los primeros pasos ya íbamos presintiendo que iba a ser un largo camino, el tramo inicial comenzó en la carretera, para adentrarnos por un sendero señalizado de ligera pendiente en donde una bandada de loros nos daba la bienvenida.
Cruzando puentes del río Tabaconas y apreciando la bella vegetación, algunas orquídeas e insectos exóticos, llegamos hasta un letrero informativo del SERNANP que nos daba a conocer a cerca de el oso de anteojos (Tremarctos ornatus) y el tapir de montaña (Tapirus pinchaque), ambas especies amenazadas; el oso de anteojos se encuentra en estado vulnerable y el tapir de montaña en peligro según la IUCN.
También nos ilustraba la delimitación del santuario y nos avisaba de que ya sólo faltaban 400 m. para llegar a la estación biológica Chichilapa.
Cada vez más veíamos cómo cambiaba la vegetación, helechos cada vez más grandes a medida que avanzábamos, hasta parecía que estábamos en alguna jungla prehístórica.
Llegamos a la estación y tomamos un descanso, descargamos un poco de peso de nuestras mochilas, un pequeño aperitivo y de vuelta al ruedo.
Pues eso no fue nada, pues se venía el verdadero treking. El pequeño Evelio, nuestro guía, lideró la caravana, comenzamos subiendo un sendero, pero esta vez de regular pendiente y como atravesando un mágico portal ingresamos al bosque nublado, no pasó mucho tiempo y Evelio ya nos mostraba las huellas de un joven tapir.
Cruzamos un río, probablemente el mismo río Tabaconas y luego desde aquí la caminata se convirtió en escalamiento, pues todo era de subida. No podemos dejar de mencionar a los diversos tábanos quienes no dudaban en venir a saludarnos cada vez que podían. Conocimos también al pino de la Jalca, el Podocarpus oleofolius. Seguimos hasta un mirador que indicaba que ya estábamos a 2865 msnm, y desde aquí se apreciaban las ricas montañas del santuario. A seguir subiendo, pues ya habíamos recorrido 5 largas horas y ya faltaba poco. Felizmente y justo a tiempo encontramos dos fuentes naturales de agua para poder recargar nuestros recipientes.
El último tramo tenía muchos obstáculos, troncos echados, gruesas ramas, musgos resbalosos; aquí teníamos que sacar nuestras últimas fuerzas: saltar, pasar por debajo, trepar, dar zancos, y una vez terminado el Crossfit, logramos avistar una laguna, era una de las varias denominadas lagunas Arrebiatadas, pues ya sólo quedaba media hora para llegar a verlas de cerca.
Desde lo más alto se podían ver las últimas montañas de Perú ya que al otro lado se encuentra el Ecuador.
Bajando por la montaña, ya nos encontrábamos en el Páramo a 3600 msnm, y ya se sentía el fuerte viento. La vegetación aquí era muy distinta, grandes pastizales, juncos y pequeñas plantas crecían en un ambiente húmedo y saturado de agua.
Para llegar al campamento teníamos que bordear la laguna, pero con mucho cuidado, pues el suelo es muy fangoso. (Yo particularmente quedé atrapado por 10 minutos, hasta mi rescate).
Así, finalmente, muy exhaustos pero muy satisfechos llegamos por fin al campamento del SERNANP en el páramo. Todos sucios, mojados, nos acomodamos para descansar, mientras preparábamos una barbacoa de calzados. Todos contando sus respectivas anécdotas del trayecto, ya no pudimos celebrar nuestra meta lograda, el cuerpo ya no daba, así que todos al sobre.
Amaneció y pues a tomarnos algunas fotos de recuerdo, y listo, de regreso a casa.
En el camino, el guía nos enseño huellas de un oso de anteojos. Y aprovechó de contarnos un encuentro que tuvo con uno de ellos: “Estaba junto a otro guardaparque comiendo y se oye ruido en los arbustos; aparece entonces el oso, era un macho adulto, se paró en sus dos patas, oleteó un rato, bajó se dio media vuelta y se fue.” - Dijo Evelio. Nosotros no logramos ver ni al tapir ni al oso, pero el ver sus huellas nos dio mucha satisfacción el hecho de haber compartido su territorio por un día.
Hasta antes de la publicación de esta nota, recientemente se ha descubierto un mamífero marsupial, se trata de una nueva especie de musaraña. Y esto realza el valor del SNTN, pues indica que queda mucho por investigar y aprender acerca de este bello lugar.
El objetivo principal del Santuario es la protección de los bosques nublados, su biodiversidad y conservación del páramo. Conocer estos lugares nos hacen comprender la importancia que tienen las ANPs y crean una mayor conciencia en los temas de conservación y protección de flora y fauna.
Visita yapa: Aprovechamos de pasar por San Pablo para visitar las lagunas del Alto Perú, en la Jalca a 4000 msnm, en la cabecera de cuenca del Jequetepeque. Conformada por una red de más de 200 lagunas naturales dentro de una zona de recarga hídrica que abastece de agua a la mayor parte de la cuenca. Apreciando una hermosa vista como despedida del viaje.
Aquí una lista de algunas de las bellas aves que avistamos en el BP Pagaibamba y durante el resto del trayecto:
Adelomyia melanogenys
Aglaeactis cupripennis
Anisognathus lacrymosus
Atlapetes latinuchus
Cathartes aura
Coeligena iris
Cranioleuca antisiensis
Crotophaga sulcirostris
Elaenia flavogaster
Lepidocolaptes lacrymiger
Lesbia nuna
Mecocerculus calopterus
Mecocerculus stictopterus
Myioborus melanocephalus
Ochthoeca cinnamomeiventris
Patagioenas fasciata
Penelope barbata
Scytalopus latrans
Synallaxis azarae
Troglodytes solstitialis
www.sernanp.gob.pe/cajamarca
www.facebook.com/SERNANPPERU
Bosque de Protección Pagaibamba
Joel Rolando Córdova Maquera
jcordovam@sernanp.gob.pe
Santuario Nacional Tabaconas Namballe
Ing. Douglas Cotrina Sanchez
dcotrina@sernanp.gob.pe
Universidad Nacional de Cajamarca
www.unc.edu.pe/celendin
www.facebook.com/unc.eapiac.celendin
www.facebook.com/groups/unc.eapiac.celendin
Adelomyia melanogenys
Aglaeactis cupripennis
Anisognathus lacrymosus
Atlapetes latinuchus
Cathartes aura
Coeligena iris
Cranioleuca antisiensis
Crotophaga sulcirostris
Elaenia flavogaster
Lepidocolaptes lacrymiger
Lesbia nuna
Mecocerculus calopterus
Mecocerculus stictopterus
Myioborus melanocephalus
Ochthoeca cinnamomeiventris
Patagioenas fasciata
Penelope barbata
Scytalopus latrans
Synallaxis azarae
Troglodytes solstitialis
www.sernanp.gob.pe/cajamarca
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Bosque de Protección Pagaibamba
Joel Rolando Córdova Maquera
jcordovam@sernanp.gob.pe
Santuario Nacional Tabaconas Namballe
Ing. Douglas Cotrina Sanchez
dcotrina@sernanp.gob.pe
Universidad Nacional de Cajamarca
www.unc.edu.pe/celendin
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